About Us

Our work strives to enhance our sense of surroundings, identity and relationship to others and the physical spaces we inhabit, whether feral or human-made.

Selected Awards
  • 2004 — Aga Khan Award for Architecture
  • 2009 — Mies van der Rohe Award
  • 2013 — AIA/ALA Library Building Award
  • 2015 — Best Interior, Designers Saturday
  • 2016 — AIA New York Honor Award

Dos voces que nos paralizan.

LA PASIÓN ES EL ACEITE DEL MOTOR DE TU VIDA.

La voz de la sociedad, tu familia, tu papá, tu mamá, tu pareja, tus amigos, tu círculo profesional, los medios, en síntesis: Los demás, influyen mucho en nuestras vidas.

Los demás tienen mucho poder sobre nosotros y muchas, si no la mayoría, de las veces nos comportamos de forma tal de  agradar a los otros. Agradar a los demás no está mal, salvo que nos  fuerce a olvidarnos de quién realmente queremos ser; porque si nos olvidamos de nosotros,  de saber de nosotros, de descubrirnos, de alcanzar nuestro mayor potencial, esto es lo que termina paralizándonos. Perdiéndonos..., perdiendo nuestra esencia, nuestro verdadero ser, en función de esa imagen de deber ser.

¿Por qué vinimos al mundo?  ¿Cuál es nuestro propósito en la vida? ¿Qué nos hace felices? ¿Cuál es nuestra pasión?  La Universidad de Standford investigó sobre esto y descubrió que menos del 20% de las personas tienen una pasión, -o podes llamarlo de otra manera, que los ayuda a organizar sus vidas, a darles sentido, a decirles: es para allá! ¡Vamos!

Si sos de los que ya la encontraron, fantástico. Si siempre supiste que querías ayudar a los otros siendo médico y ahora sos cirujano, genial. Pero hay ocho de cada diez personas que todavía no lo sabe y eso limita su potencial. Existe el mito de que no todos nacen con una pasión, que eso es cuestión de suerte. “Que suerte que encontró su pasión”, decimos cuando vemos a alguien feliz.  Todos tenemos fortalezas, todos; y todos tenemos una pasión que deberíamos encaminarla hacia un propósito para alcanzar la plenitud.

Otra voz que aparece en nuestra cabeza, y que también comienza afuera de nosotros es:  "A esta altura de tu vida, ya deberías saber lo que querés". Y en tu cabeza, hay un dedo índice que dice, “Ya deberías tener resuelta tu relación, tu carrera, el significado de tu vida”.

La presión social nos hace sentir que siempre estamos tarde. Que ya pasó nuestra hora. Que no se puede cambiar, que hay un único momento o edad para cada cosa. ¿Cómo vas a cambiar ahora de profesión? ¡Pero si estudiaste derecho 8 años!, ¿me venís a decir que ahora querés ser otra cosa….? Ese es el segundo mito que te condiciona, que te paraliza.

Dos buenas noticias:

1.     Esos mitos, son solo mitos; no son reales.

2.     Podes encontrar tu pasión, tu propósito para organizar la vida, y no es tarde. Nunca es tarde.

Sabemos que la mayoría de las personas ni siquiera forman completamente su yo adulto hasta mediados de los 30, a veces lo logran solo a los 40. ¡Y que puedas reinventar ese yo una y otra vez, las veces que quieras es bueno! Es tu YO; no es de nadie más.

El mito de “la pasión es para unos pocos” y el mito de "llegás tarde" no son verdaderos, porque la vida no es un problema a resolver. No puedes resolver tu vida. La vida es una aventura y no te podés quedar atascado tratando de resolverla. Nuestro gran objetivo es vivir con plenitud para llegar al final y decir: “yo cumplí mis sueños, tuve una vida plena”.

Y para llegar satisfecho, hay que empezar teniendo bien claro quienes somos y adonde vamos y como lo vamos a hacer. Eso significa FOCO. Organizarse, tener un plan, llevarlo a cabo.

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